Con la irrupción de los millennials y de la generación Z en el entorno laboral, el salario emocional aumenta aún más su importancia.
Según una encuesta realizada por Deloitte, “dos de cada tres millennials podrían cambiar de trabajo en cualquier momento y probablemente lo harán en menos de dos años”.
Teniendo en cuenta lo complicado que es atraer nuevos talentos, merece la pena tomar en consideración el salario emocional y mejorar la oferta de la empresa en relación con los beneficios sociales y los horarios flexibles. Aspectos que las nuevas generaciones valoran mucho a la hora de elegir un nuevo proyecto profesional.

¿Qué es el salario emocional?
Hacemos referencia al salario emocional para indicar todas aquellas retribuciones no económicas que el trabajador puede obtener de la empresa. En otras palabras, se agregan aspectos emocionales a la retribución monetaria que puedan obtener los empleados.
5 ejemplos
- Horario flexible y teletrabajo: trabajo por objetivos y no por presencia. Permite al empleado poder conciliar mejor su vida personal y profesional, dandole más flexibilidad horaria y geográfica.
- Formación: realización de un plan de desarrollo, que ayude al empleado a realizar determinadas formaciones o asistir a cursos específicos relacionados o no con el trabajo.
- Beneficios sociales: seguros, planes de jubilación, ayudas a la educación de los hijos, bonus «guardería», abono de los costes de transporte y alimentación, etc..
- Actividades de voluntariado promovidas por la organización y con horas libres para que los empleados realicen dichas actividades.
- Reconocimiento al trabajo bien hecho. Palabras tan sencillas como “gracias”, “enhorabuena”, “bien hecho”, “confío en ti”, son parte de un salario emocional que compensa y satisface en ocasiones mucho más que cualquier retribución económica.
¿Cuales son los beneficios del salario emocional?
Podemos decir que incluir el salario emocional en nuestra oferta, tiene consecuencias positivas para la empresa y para los colaboradores. La empresa mejora la cuenta de resultados y su marca empleadora y los empleados la calidad de vida y productividad. Podemos agrupar los beneficios en:
- Bienestar psicológico: aumenta el compromiso de los empleados y reduce el estrés. Cuando los empleados ven que la empresa se ocupa de sus necesidades personales, se sienten más comprometidos con el proyecto empresarial y recompensados emocionalmente por el trabajo realizado. Este influye en una mayor productividad y por consecuencia en una mejor cuenta de resultados.
- Conciliación: ofrecer horas de trabajo flexibles o beneficios sociales ayuda a los empleados a conciliar mejor su trabajo y su vida familiar. Con simples medidas podemos aumentar la productividad y disminuir el absentismo y los costes indirectos anexos.
- Oportunidades de autodesarrollo y mejora: proporcionar beneficios conectados con la formación continua, influye en el desarrollo profesional y personal de la plantilla. La innovación y la pro actividad aumentará.
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