En los últimos meses nos ha tocado vivir una situación desconocida en nuestras facetas tanto profesional como personal. El covid-19, ha hecho temblar los cimientos económicos de nuestra sociedad y nos ha hecho valorar muchos aspectos de nuestra vida cotidiana que no teníamos valorados suficientemente. Un simple apretón de manos con un amigo, un abrazo a un compañero, un café en la barra de un bar y la consiguiente charla con el vecino que apenas conoces pero que coincides todas las mañanas y comentas el partido del domingo.

A pesar de las dificultades, y después de cierto tiempo, todos nos hemos adaptado a la nueva realidad. Todos nos hemos adaptado a utilizar guantes, mascarillas, geles hidro – alcohólicos, mantener distancia de seguridad etc…
Los cambios en el ámbito profesional
En la faceta profesional, siempre nos hemos encontrado muchos profesionales, los cuales a pesar de ser extremadamente buenos, les ha costado o nunca han conseguido el cambio o evolución a otros parámetros profesionales por el “miedo al cambio”.
Todos conocemos o hemos sufrido profesionales, compañeros, superiores, los cuales ha sido o es imposible de conseguir una evolución a nuevas tecnologías, nuevas formas de trabajo etc…
Cuántas veces hemos escuchado decir “Trabajar desde casa no es posible, la gente no trabaja”. Cuantas veces hemos escuchado decir “yo no quiero utilizar el email en mi móvil”. Cuantas veces hemos escuchado decir “ nuestro negocio es diferente, eso es imposible implementarlo”
Como estas, muchas otras, las cuales indican cambios y evoluciones, que no todo el mundo está dispuesto a aceptar. No solo no aceptar, sino incluso no intentar evaluar. No obstante, en los dos últimos meses, y a causa de fuerza mayor, todas las empresas han tenido que adaptarse a la nueva situación.
Ahora, cualquier empresa tiene personal tele-trabajando. Se han habilitado sistemas para trabajo en remoto en tiempo record. Todo el mundo está en contacto permanente con los servidores y aplicaciones que le permiten desarrollar su trabajo al mismo tiempo que pueden hacer otras cosas que antes no hacían. Ahora, ya ningún Manager o propietario de pymes, cuestiona el tele-trabajo, la conciliación y formas de trabajo, que hace dos meses ni se planteaban.
Perder el miedo al cambio
Todo esto, me lleva a pensar si, realmente, lo único que nos hace perder el miedo al cambio y a evolucionar es el que tengamos que vivir una “hecatombe”.
El covid-19, nos debe hacer reflexionar en que no debemos tener miedo al cambio y no debemos tener miedo a evolucionar y a intentar mejorar continuamente.
Decía Darwing, que no sobrevive el más fuerte sino el que mejor se adapta al medio.
Marcos Raña, General Manager – Boge Ibérica & Southern Europe
BOGE Iberia
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